Es el pilar fundamental de nuestra producción. Logramos un alto rendimiento en nuestros principales cultivos (trigo, maíz y soja) gracias a dos factores; el natural y el estratégico.
Desarrollamos un cuidado plan de rotación de cultivos en función de la zona de producción, y a su vez en función del ambiente productivo.
Conscientes de que nuestro mayor capital es la tierra optamos por técnicas conservacionistas y a largo plazo que funcionen en armonía con el medio ambiente.
La siembra directa, la fertilización estratégica, el uso racional de combustibles fósiles, la capacitación permanente de nuestros profesionales en técnicas de avanzada y el monitoreo constante de los procesos dan como resultado un sistema productivo de rendimientos estables que puede satisfacer las necesidades de un mercado cada vez más amplio y exigente.